Sipnosis:
Regla número uno:
No mantener nunca una relación con alguien que no vaya a estar ahí cuando salga el sol.
Regla número dos:
No besar nunca a un vampiro… puede suponer un gran dolor en el cuello. Vale, Vincent ha tenido cuatrocientos años para mejorar sus habilidades para besar, y lo cierto es que resulta muy tentador verle pasearse sin camiseta por la casa. Y también es encantador, y protector… ¿He mencionado ya lo bien que besa? Jackie necesita mantenerse en guardia, o tendrá que formular una nueva regla:
Si te vas a enamorar de un vampiro, asegúrate de que sea un mordisco para recordar.
Comentario:
Como los cuatros anteriores de esta saga me ha encantado este libro, es una historia que sabe entremezclar perfectamente una historia de suspense y secretos con una historia de amor, aunque sea paranormal, la ha adoptada a este tiempo, y a conseguido una historia intrigante pero llena de pasión y de momentos únicos, sin duda aconsejo la serie completa de Lynday Sands